En 1940 Mario Moreno “Cantinflas” encuentra en las calles de la Ciudad de México en condición de mendicidad a María Enriqueta Monjardín y Elvira Toubet, actrices retiradas de carpa y teatro, a quienes saca de las calles y sostiene económicamente de forma personal hasta su ingreso en la Casa del Actor años más tarde; dicho encuentro motivó que don Mario compartiera con actores y políticos su intención que en propias palabras manifestó de la siguiente manera: ¡Haré una Casa para que vivan mis viejitos! La propuesta de don Mario que de origen fue su cruzada personal, fue abrazada por diversos actores, particularmente por dos Secretarios Generales de la ANDA, Jorge Mondragón (1938-1941) y Julián Soler (1941-1942) quienes al frente del Sindicato de Actores impulsaron la propuesta de “Cantinflas”, sumando diversos esfuerzos para juntar dinero para comprar un terreno donde se edificaría la casa de retiro, para este fin se realizaron varias funciones de gala en el Palacio de las Bellas Artes y en varios teatros y centros nocturnos con la participación de varias figuras que de manera altruista se presentaron para reunir fondos, de la misma manera Mario Moreno, como “Cantinflas” se presentó con algunas figuras del toreo en algunas corridas de toros con la misma finalidad además de que a título personal artistas, empresarios, políticos y pueblo dieron sus aportaciones que se fueron guardando en la ANDA.